miércoles, 21 de diciembre de 2011

Media de los Palacios: vergonzosa

Incomprensible que en una media maratón de la categoría y tradición -33ª edición- como la Sevilla-Los Palacios, ocurriera lo que vamos a relatar , desgraciadamente porque fuimos testigos directos y sufrimos las consecuencias de tan nefasta organización.
Los cuatro componentes del club que decidimos inscribirnos -Jesús, Rafa, Vicente y Alfonso- llegamos a Los Palacios pasadas las 9.15 de una mañana fría pero espléndida para correr. A las 9 y veinticinco estábamos en la cola de atletas que esperaban los autocares puestos por la organización para desplazarnos a la salida en Sevilla. La falta de previsiones de la misma, hizo que a las once de la mañana, hora prevista para la salida, en los Palacios quedaran más de 100 atletas esperando el autocar para el traslado. Justo cuando nos llegaron noticias de que la salida se retrasaba aparecen los autocares para llevarnos a Sevilla. Iniciado el viaje, nos enteramos que la prueba ha comenzado. Incrédulos, indignados, llegamos al lugar desierto de salida, practicamente desmontado, sin nadie de la organización que nos atendiera. Dejamos las mochila en un stand de un club de atletismo de los Palacios y como locos, decidimos iniciar la carrera por nuestra cuenta. Gracias a la Guardia Civil que no desmontó el dispositivo para velar por nuestra integridad, pudimos correr sin riesgo de sufrir un accidente. 
Pasado unos kilómetros, decidimos olvidarnos de todo lo ocurrido e intentar disfrutar de esta carrera tan sui generis. ¿adelantaremos a alguien, si los últimos nos llevan casi media hora de ventaja? se preguntaban Jesús y Alfonso. Pasaban los kilómetros y el cabreo se iba convirtiendo en disfrute. El día era espectacular para correr; el recorrido precioso. Tras el kilómetro 18 nos adentramos en los Palacios. Gran ambiente en sus calles animando a este grupo de rezagados. Al final entrada en meta, 21 km 097 metros en nuestras piernas: objetivo cumplido.
A la organización de la carrera sólo decirle que el prestigio internacional que quieren conseguir no sólo se consigue atrayendo atletas de élite, buscadores de premios en metálico. Los aficionados, los corredores populares somos también parte fundamental del espectáculo y por ello no se nos puede ningunear. Esperamos que tomen nota y rectifiquen